Cepreme

La Artritis Reumatoide

podría estar más cerca de ti

Según datos estadísticos globales,

esta enfermedad afecta entre el

0,3 %

y el 1%

de la población, es decir que,

actualmente, habría entre

100 y 200 millones de

personas que lo padecen.​

¿Qué es?

Cuando esta afección llega, puede crecer lentamente y permanecer limitado a la glándula prostática, donde no necesariamente causará un daño grave, pero al igual que existe esta clase que requiere un tratamiento mínimo, hay otros tipos más agresivos y se pueden diseminar con rapidez.​

Hay algo más que

decir sobre los géneros

Entre el 1% y el 3% de las mujeres pueden padecer AR en algún momento de su vida. Por eso, no es una sorpresa que el 75% de los casos pertenezcan a este sector.

Lo que llega

con la edad

Esta enfermedad comienza con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años. Sin embargo, puede iniciar a cualquier edad.

¿Cómo inicia?

La AR tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas de manos y pies. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas se extienden a muñecas, rodillas, tobillos, codos, cadera y hombros.

Además de las articulaciones, otras zonas que pueden verse afectadas son:​

Piel

Ojos

Pulmones

Corazón

Riñones

Glándula salivales

Tejido nervioso

Médula Ósea

Vasos sanguíneos

Síntomas

Los signos de la AR incluyen:​

Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas​.

Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad​

Cansancio, fiebre y pérdida del apetito​.

Principales factores de riesgo

No existe una causa que determine la aparición de AR, pero estas causas pueden aumentar las posibilidades de padecerla:

Edad

Antecedentes familiares

Tabaquismo

Obesidad

Complicaciones

La AR aumenta el riesgo de desarrollar:

  • Osteoporosis
  •  Nódulos reumatoides​
  • Sequedad en los ojos y la boca​
  • Infecciones​
  • Composición anormal del cuerpo​
  • Síndrome del túnel carpiano​
  • Problemas cardíacos​
  • Enfermedad pulmonar​
  • Linfoma

Cuidados simples para su prevención

Al igual que hay factores que no puedes controlar, existen otros que sí.​ Sigue estas recomendaciones para reducir las posibilidades de sufrir AR:

NO LE QUITES MOVIMIENTO A TU VIDA

La discapacidad articular es uno de los efectos más negativos de la AR, por eso es importante que no abandones tu tratamiento si este trastorno se hace presente. Recuerda que su avance es progresivo, así que, mantener una vida normal y plena depende de ti.

¿Qué es?

Cuando esta afección llega, puede crecer lentamente y permanecer limitado a la glándula prostática, donde no necesariamente causará un daño grave, pero al igual que existe esta clase que requiere un tratamiento mínimo, hay otros tipos más agresivos y se pueden diseminar con rapidez.​

Hay algo más que

decir sobre los géneros

Entre el 1% y el 3% de las mujeres pueden padecer AR en algún momento de su vida. Por eso, no es una sorpresa que el 75% de los casos pertenezcan a este sector.

Lo que llega

con la edad

Esta enfermedad comienza con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años. Sin embargo, puede iniciar a cualquier edad.

¿Cómo inicia?

La AR tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas de manos y pies. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas se extienden a muñecas, rodillas, tobillos, codos, cadera y hombros.

Además de las articulaciones, otras zonas que pueden verse afectadas son:​

Piel

Ojos

Pulmones

Corazón

Riñones

Glándula salivales

Tejido nervioso

Médula Ósea

Vasos sanguíneos

Principales factores de riesgo

No existe una causa que determine la aparición de AR, pero estas causas pueden aumentar las posibilidades de padecerla:

Además de las articulaciones, otras zonas que pueden verse afectadas son:​

Edad

Antecedentes familiares

Tabaquismo

Obesidad

Cuidados simples para su prevención

Al igual que hay factores que no puedes controlar, existen otros que sí.​ Sigue estas recomendaciones para reducir las posibilidades de sufrir AR:

NO LE QUITES MOVIMIENTO A TU VIDA

La discapacidad articular es uno de los efectos más negativos de la AR, por eso es importante que no abandones tu tratamiento si este trastorno se hace presente. Recuerda que su avance es progresivo, así que, mantener una vida normal y plena depende de ti.

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